María Inés Fernández Álvarez; Sandra Wolanski, Dolores Señorans, Florencia Pacífico, Carmina Pederiva, María Paz Laurens, Silvana Sciortino, Santiago Sorroche, María Victoria Taruselli y Cecilia Cavigliasso, Bajo sospecha: Debates urgentes sobre las clases trabajadoras en la Argentina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Ediciones Callao, 2019
Belén Santín Ruffo
Otra Economía, vol. 13, n. 23: 267-272, enero-junio 2020. ISSN 1851-4715
Reseña de libro
BAJO SOSPECHA: DEBATES URGENTES SOBRE LAS CLASES TRABAJADORAS EN LA ARGENTINA,
de María Inés Fernández Álvarez; Sandra Wolanski, Dolores Señorans, Florencia Pacífico, Carmina Pederiva, María Paz Laurens, Silvana Sciortino, Santiago Sorroche, María Victoria Taruselli y Cecilia Cavigliasso
Belén Santín Ruffo*
¿Qué subyace a las clasificaciones y a los estereotipos, tanto condenatorios como románticos, sobre las clases trabajadoras argentinas? ¿Qué realidades e historias callan, ocultan e invisibilizan? Este libro plantea que tales interrogantes no son contingentes sino urgentes en el contexto de emergencia económica y social, que impacta especialmente sobre las condiciones de vida de las clases trabajadoras a causa de la aplicación de políticas regresivas del salario durante los últimos cuatro años. Al mismo tiempo, en este período se concretó la sistematización de la represión y persecución de las manifestaciones populares y de la organización política de trabajadores movilizados. Este andamiaje se sostuvo en la construcción discursiva de dos imágenes morales complementarias. Por un lado, la intensificación de un discurso que pone “bajo sospecha”, concretamente, las acciones y los modos de ganarse la vida de la clase trabajadora organizada de modo colectivo, construida como “vagos”, “criminales”, “violentos” y “peligrosos”. Por otro, la legitimación y el enaltecimiento de la imagen de la “ejemplaridad”, ciudadanos cuyas historias de superación y éxito se sustentan en el sacrificio individual y meritocrático.
“Bajo sospecha” es resultado del prolongado y comprometido trabajo de las y los investigadores del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires, que integran el Programa de Antropología en Colabor para el fortalecimiento de organizaciones de trabajadores y trabajadoras. Su objetivo es contribuir al debate social respecto a las imágenes moralizantes que deslegitiman las experiencias, las prácticas y los modos de organización política de los denominados “sectores populares”, asiduamente condenados como ilegales y delictivos. La particularidad –y la potencialidad– de esta publicación reside en su fundamentación epistemológica, esto es, plantear como punto de partida una mirada sobre “lo colectivo” que constituye la forma de construir conocimiento con y junto a las personas que encarnan los procesos sociales, con la pretensión de contribuir a un diálogo “que, recorriendo distintas experiencias y prácticas, permita desarmar las divisiones que nos atraviesan. Construir un futuro común, reconocernos como pares” (Fernández Álvarez, et al.,2019: 25). De esta manera, lo colectivo no sólo es el hilo que enhebra el contenido de estas páginas, sino que también impulsa su horizonte: elaborar una herramienta política que apuesta, en palabras de sus autores, a “tender puentes” entre academia, público general y organizaciones sociales. Desde la riqueza de un abordaje etnográfico que interroga las prácticas políticas en su transcurrir (Fernández Álvarez, Gaztañaga y Quirós, 2017), habilitando captar el carácter indeterminado, emergente y creativo del mundo social, la invitación es a desplazarnos de las valoraciones normativas y evaluativas sobre los modos de vida y las organizaciones de las clases trabajadoras.
Retomando los aportes conceptuales de la economía feminista, el conjunto de la obra focaliza y resignifica las prácticas y experiencias organizativas que trabajadores textiles, vendedores ambulantes, dirigentes sindicales, líderes territoriales e indígenas, liberados y cartoneros impulsan cotidianamente para garantizar la sostenibilidad de una vida que no sería posible sin la producción de un entramado de vínculos y relaciones colectivas. En este sentido, la propuesta es partir de la noción de (re)producción de vida en sentido amplio, “donde trabajo no se escinde de vida, y donde la (re)producción no es solo material sino afectiva y emocional” (Fernández Álvarez, et al., 2019: 23). Desde esta perspectiva, logran captar las experiencias y trayectorias de las personas que, mediante los procesos de organización en los que participan, no sólo han inventado su trabajo para garantizar su subsistencia, sino que también sostienen y construyen vidas dignas, es decir, que “valen la pena vivir”, al incluir la producción de bienestares y prácticas de cuidado colectivo. Al poner al descubierto la estrecha relación entre aquello que es comúnmente escindido ‒lo popular y el trabajo‒, constituye un aporte sustantivo a la comprensión y a la discusión académica sobre la pluralidad y heterogeneidad de experiencias que componen a las clases trabajadoras en el capitalismo contemporáneo.
María Inés Fernández Álvarez inaugura el libro con “Nunca Mafia: Experiencias de vida y formas de organización de vendedores ambulantes en espacios públicos”. Como punto de partida, la autora advierte que la comercialización de productos en la vía pública generalmente es relacionada con lo ilegal y quienes la ejercen, con víctimas o participantes de organizaciones mafiosas. Sin embargo, para la Cooperativa de Vendedores del Tren San Martín o “del fierro”, “organización” significa familia, códigos de vida, cuidados y producción de bienestares. Ante la histórica persecución policial que recae sobre su forma de ganarse la vida, desde la construcción de “códigos de vida” y vínculos que los unen a través de generaciones, movilizan prácticas de cuidado que garantizan el desarrollo de su trabajo, organizan lo cotidiano, se transmiten saberes y habilitan la proyección de futuro para sus hijos e hijas. La autora muestra cómo a través de este proceso de organización, que sobrepasa la idea de familia biológica, se produce un horizonte de construcción política que reivindica la venta ambulante como un servicio, el cual incluye la comercialización de productos a precios accesibles al consumo popular, la protección y el cuidado de las condiciones de seguridad del tren y la asistencia en primeros auxilios. Pero también, cómo señala la autora, la noción de servicio visibiliza “… el modo en que su labor se inserta en mecanismos de explotación indirecta mostrando que sus trabajos permiten generar sustantivas ganancias a grandes empresas que, sin necesidad de cubrir costo laboral alguno, se benefician de la comercialización realizada a diario…” (Fernández Álvarez, et al., 2019: 40). La venta ambulante forma parte indirectamente de los circuitos económicos reconocidos por el Estado; aunque se encuentra a la vista de todos, sigue al margen.
Sandra Wolanski y María Victoria Taruselli despejan algunos espectros en torno a los liderazgos sindicales e indígenas. En “Atornillados al sillón: La permanencia en sus cargos de los dirigentes sindicales”, Wolanski nos propone pensar, en primer lugar, en la diversidad de prácticas y tradiciones gremiales que se ponen en juego dentro de los sindicatos en relación con los procesos políticos que se disputan en diferentes contextos históricos. En segundo lugar, aborda el sentido de la “unidad” en la dinámica de permanencia de la Lista Azul y Blanca de FOETRA, el sindicato de las y los trabajadores de las telecomunicaciones de Buenos Aires. Reconstruyendo los agitados procesos de armado de listas en pasillos, oficinas y reuniones de la sede sindical, demuestra las múltiples relaciones sociales, negociaciones, divergencias, intereses, alianzas y transformaciones que se articulan para sostener un proyecto político en defensa de las y los trabajadores. En vez de monarquía, corrupción y anquilosamiento, la continuidad de las caras visibles del gremio representa la fuerza de la organización sindical frente a los procesos de confrontación y negociación con las empresas y el Estado.
Por su parte, Verónica Taruselli, en “Con plumas, arco y flecha: La autenticidad de los dirigentes indígenas urbanos”, analiza distintos momentos de la trayectoria política de Osvaldo, referente indígena de la comunidad qom Mapik-Rosario. Su trabajo territorial y político condensa su historia migratoria, su trayectoria laboral como albañil, su involucramiento en las problemáticas del barrio y cómo éste ha sido atravesado por instancias estatales. Esta multiplicidad de prácticas y experiencias desafía la supuesta inautenticidad de su liderazgo como indígena. Como señala la autora, las formas de construcción política indígena en la ciudad no son (in)correctas; más bien disputan espacios de reconocimiento, visibilizan problemáticas y las enfrentan mediante un hacer colectivo. En suma, ambos capítulos apuntan a desentrañar otro prejuicio: el de suponer que las bases militantes y las personas actúan bajo la manipulación de las conducciones gremiales y de los representantes políticos.
Las organizaciones de trabajadores cartoneros, costureros y liberados suelen ser vistas bajo el estigma de la carencia, y sus modos de trabajo, como efectos de la esclavitud, la pasividad y la resignación a la falta de opciones “mejores”. Dolores Señorans, en “No somos esclavos: La organización gremial de los trabajadores costureros”, reconstruye las historias de vida de las familias migrantes que se dedican a la confección textil y forman parte de los Polos de Producción Textil del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de la zona sur del conurbano bonaerense. La autora problematiza la noción de víctima-esclavo comúnmente asociada a este sector, poniendo en primer plano las aspiraciones de autonomía y progreso –individual, familiar y colectivo– que sostienen un proceso de producción de trabajo con derechos, en condiciones dignas y seguras como punto de partida. En este análisis, los protagonistas son los deseos, tanto mundanos como colectivos, que en relación con las difíciles experiencias migratorias y de explotación laboral se articulan en “una búsqueda en la que el progreso individual es inescindible del bienestar para la familia y de la producción de prácticas y formas de organización comunitaria” (Fernández Álvarez, et al., 2019: 70). Así, las y los trabajadores costureros movilizan iniciativas colectivas que “cambian la vida” en un sentido amplio, al activar un centro comunitario, e incluir cuidados y mejoras de sus condiciones barriales y habitacionales que impactan, sobre todo, en el bienestar comunitario.
En una misma línea, Santiago Sorroche, en “Rompiendo la bolsa: La construcción de política ambiental desde las cooperativas cartoneras”, indaga en las formas de organización del trabajo de las y los cartoneros nucleados en las cooperativas de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR). El autor nos conduce por el proceso de (re)organización del trabajo que implicó para estas cooperativas la implementación y gestión de políticas como el sistema de reciclado en la Ciudad de Buenos Aires y el Salario Social Complementario. Históricamente, han llevado adelante diferentes estrategias que posibilitaron no sólo una mejoría en las condiciones de trabajo y la inclusión de trabajadores independientes, sino también el desarrollo eficaz de un sistema de recolección de residuos puerta a puerta que beneficia a la sociedad en su conjunto. Mediante el caso de la cooperativa Jóvenes en Progreso, demuestra cómo “de romper bolsas” para inventar su trabajo, a conquistar derechos como un sueldo regular, jubilación y obra social, sus actividades cotidianas constituyen hoy en día el bastión principal de la política de gestión integral de residuos del Municipio de Lomas de Zamora.
En “La salida es colectiva: La formación de cooperativas de liberados”, María Paz Laurens se pregunta qué sucede cuando las personas salen de la cárcel. La intención es ofrecernos otra mirada a la de las ‒escasas‒ historias de inclusión social por voluntad y superación personal. En cambio, la autora nos conduce por el proceso de formación de las cooperativas de trabajo de la Rama de Liberados, Liberadas y Familiares, y cómo esto significa una “salida de la cárcel” colectiva y una herramienta de inclusión ante las complejidades y dificultades para cumplir con las necesidades inmediatas de subsistencia. Esta experiencia se construye sobre una trama de vínculos de solidaridad, afecto y protección que constituyen una posibilidad concreta de “libertad” para no reincidir; generando una fuente de trabajo e ingresos y “una familia” con la que se comparte y acompaña cotidianamente proyectos, preocupaciones, miedos y festejos. Así, la autora pone en cuestión los imaginarios morales que asocian los vínculos de los detenidos con la “mala junta” y las prácticas delictivas, demostrando cómo la organización colectiva implica cuidado y la proyección de alternativas de vida distintas al encierro. Estos tres capítulos muestran, en conjunto, una imagen que contrasta con la de la “pasividad”, es en la dinámica constante de construcción de estrategias, iniciativas y proyectos de futuro donde se sostiene la vida y el trabajo cotidiano.
Uno de los discursos más prolíficos a la hora de deslegitimar la movilización de las y los trabajadores, es aquel que relaciona a los destinatarios de políticas sociales con la vagancia, el estancamiento y la falta de esfuerzo, y, por ende, a su subsistencia con ‒únicamente‒ los recursos que éstos le “absorben” al Estado. Como señala Florencia Pacífico en “Ni vagos, ni planeros: Trabajar en programas sociales del conurbano bonaerense”, para las y los integrantes de las cooperativas Juntos Podemos y Néstor Vive lidiar con estos estigmas a través de diversas estrategias supone preservar y, al mismo tiempo, valorizar las prácticas y actividades que constituyen sus formas de trabajo. Desde el mantenimiento de escuelas hasta la construcción de viviendas y mejoras para todo el barrio, el trabajo en las cooperativas se crea cotidianamente mediante el ingenio, la creatividad y la gestión de los recursos estatales, sin reducirse al marco y a los requisitos impuestos por una política social. Este se comprende en el conjunto de actividades cotidianas que se “enlazan y proyectan” en las formas de organización y, al decir de la autora, en el ejercicio de observación y atención constante hacia “lo que hace falta” para resolver necesidades colectivas.
Por su parte, Carmina Pederiva evidencia, en la experiencia de mujeres que integran la Cooperativa Luchadoras del Progreso, Feria Artesanal y Popular, que sus formas de organización desafían la lógica del progreso individual como objetivo deseable. En “Disfrutá la incertidumbre: Contrapuntos entre el emprendedurismo y la economía popular”, muestra que el espacio de redes, cuidados y lazos solidarios construidos colectivamente garantiza la vida digna sobre la base de sus derechos como trabajadoras de la economía popular. En contraposición, reflexiona sobre la noción del emprendedurismo que promovieron distintos programas estatales dirigidos a la clase trabajadora del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. A partir de una descripción detallada, nos permite comprender que su pilar fundamental es la precariedad maquillada de “progreso” y “placer”, que invisibiliza la responsabilidad de un Estado y de un mercado que obliga a miles de trabajadores a subsistir en condiciones de riesgo, inestabilidad y flexibilidad laboral.
Según los discursos mediáticos los barrios populares y periféricos son los escenarios predilectos para la inseguridad, la violencia y la delincuencia, Cecilia Cavigliasso y Silvana Sciortino nos proponen interrogar estas formas habituales de concebirlos desde la vida cotidiana de quienes los habitan. Para ello, en “Un lugar que nos protege: Formas espaciales de cuidado en un barrio qom de la ciudad de La Plata”, Sciortino nos sitúa en la configuración espacial del Barrio Las Quintas, para analizar cómo se trazan “geografías de cuidado” en las historias de vida compartidas y en los vínculos familiares y de adscripción étnica. Así, mediante tramas de afecto y protección, las y los vecinos despliegan prácticas para contrarrestar la violencia que padecen, constituyendo formas de organización colectiva que desarticulan las miradas homogeneizantes. Como dicen las y los jóvenes de Las Quintas, “un barrio es mucho más”, es “familia” y un “lugar propio” en el que se cuidan entre todos.
En esta misma línea, en “¿Quién produce la violencia?: Cuidados y formas de organización en un barrio periférico de la ciudad de Rosario”, Cavigliasso despliega las diversas expresiones y modalidades que toma la violencia en Villa Banana, uno de los asentamientos que registra uno de los mayores índices de vulnerabilidad social. En este capítulo problematiza los discursos que vinculan la violencia con la militancia territorial, visibilizando las distintas iniciativas que las organizaciones sociales realizan para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del barrio. Una de ellas es el Espacio de Cuidados, en el que se busca contener a los jóvenes y a las infancias construyendo una alternativa de vida opuesta al punitivismo y al encierro que impulsa el Estado.
En resumen, “Bajo sospecha” se propone desarticular los mecanismos de estereotipación moral que operan en el sentido común e impiden comprender la complejidad de las diversas formas de reproducción de la vida, al asociarlas con la inautenticidad, la inexistencia y la ilegitimidad. Su valor reside en desenmascarar las violencias políticas y sociales que intervienen sobre los cuerpos y las prácticas de trabajo de amplios sectores de la población. Particularmente sobre aquellas clases trabajadoras que, a través de los procesos de organización colectiva –con sus esfuerzos, derroteros y conquistas cotidianas–, construyen posibilidades de existencia digna aun en contextos de precariedad. Demostrando así, cómo la organización política y gremial implica mucho más que subsistir: se trata de formular horizontes políticos de transformación de los que depende la construcción de vidas mejores.
Los discursos negativos que recaen sobre los sectores populares no son nuevos. Sin embargo, durante los años de macrismo fueron instrumentos implementados para deslegitimar y dinamitar tanto las redes colectivas que sostienen las vidas de las personas como la sensibilidad social. En el mejor de los casos, estas realidades sólo nos tocan cuando transitamos los paisajes por los que nos conducen cada uno de las y los autores. De esta lectura se desprende una advertencia que nos concierne como testimonio colectivo: en la promoción de un tipo de política individualista y meritocrática, subyace también una convocatoria constante al conjunto de una sociedad a movilizarse en contra de formas de vida definiéndolas como opuestas y, en el mismo movimiento, negando el derecho al reclamo por una vida mejor.
El libro, en su conjunto, es una invitación a reflexionar sobre estas realidades desde una mirada que repone su multiplicidad y su complejidad para “mostrar que existen múltiples formas de darle sentido al mundo, obligándonos a reconocer que la nuestra es una entre tantas posibles” (Fernández Álvarez, et al., 2019: 19). Para ello se hace evidente la potencialidad y el sentido que emerge de la pregunta antropológica en el encuentro con “los otros”; esto es, en palabras de Esteban Krotz (1994), la relación entre la alteridad experimentada y lo propio que le es familiar a uno. Así es como esta obra colectiva también nos lleva a “poner bajo sospecha” lo que consideramos como propio, al decir de sus autores, las condiciones que producen los modos en los que nos relacionamos con los otros y desde las que podemos apostar a nuevas percepciones sociales, políticas y colectivas para construir un futuro común.
Referencias
Fernández Álvarez, M. I. Gaztañaga, J. y Quirós J. (2017). La política como proceso vivo: diálogos etnográficos y un experimento de encuentro conceptual. Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, 62 (231), 277-304.
Fernández Álvarez, M. I.; Wolansky, S.; Señorans, D.; Pacífico, F.; Pederiva, C.; Laurens, M. P.;(…). y Cacigliasso, C. (2019). Bajo sospecha: debates urgentes sobre las clases trabajadoras en la Argentina. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ediciones Callao.
Krotz, E. (1994). Alteridad y pregunta antropológica. Alteridades, 4 (8), 5-11. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/747/74711353001.pdf.
Enviado: 25/04/2020
Aceptado: 03/06/2020
Cómo citar este artículo:
Santín Ruffo, B. (2020). María Inés Fernández Álvarez; Sandra Wolanski, Dolores Señorans, Florencia Pacífico, Carmina Pederiva, María Paz Laurens, Silvana Sciortino, Santiago Sorroche, María Victoria Taruselli y Cecilia Cavigliasso, Bajo sospecha: Debates urgentes sobre las clases trabajadoras en la Argentina, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Ediciones Callao, 2019. Otra Economía, 13(23), 267-272.
* Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofías y Letras de la Universidad de Buenos Aires (ICA-FFyL-UBA). Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
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