Presentación

Hacia un sujeto latinoamericano

Daniel Maidana

Editor

Abrimos y cerramos este número 30 de Otra Economía con dos artículos “contextuales” para pensar nuestras prácticas de Economía Social y Solidaria.

Comenzamos con el texto “Turbulencias”, de Ricardo Aronskind, que describe algunos de los principales elementos del contexto geopolítico global, caracterizado por la incertidumbre respecto de los rumbos posibles, disputas internacionales, conflictividades económicas e impugnaciones crecientes al orden de posguerra. En el cierre, la reseña de Laura Bonafe sobre el libro de Nancy Fraser “Capitalismo caníbal” identifica algunas de las “moradas ocultas” de la acumulación en esta etapa, cuya naturaleza erosiona las condiciones de posibilidad políticas del capitalismo, ante las cuales la crisis democrática actual es apenas un emergente. Ambos artículos se configuran como “coordenadas” en cuyo marco desplegamos 7 aportes con reflexiones realizadas desde Brasil, Colombia, Uruguay y Argentina.

En el artículo de Angelica Hernandez Goez, Karla Emmanuela Ribeiro Hora y Sérgio Sauer: “Extractivismo: perspectivas analíticas para las transformaciones agrarias y agrícolas en América Latina”, lxs autorxs proponen la categoría “extractivismo” como herramienta para el estudio de realidades complejas y en particular como clave analítica de la fase actual del capitalismo, que —en el caso de América Latina— configura una inserción subordinada en la economía mundial y una dinámica de agotamiento de la naturaleza que pone en riesgo las bases de su propia reproducción.

Desde Colombia, Nuby Dominga Mogollón, Doris Edith Gómez Londoño y Jhon William Pinedo López reflexionan sobre la “Contribución de los Consejos Comunitarios al desarrollo social y a la economía solidaria”. Si bien el texto reconoce los aspectos positivos de una legislación basada en los principios de igualdad y respeto por las minorías étnicas —que acepta la propiedad colectiva de la tierra como principio fundamental de la cultura negra— el artículo revela la influencia del “negocio agrario por sobre la gestión estatal, y la falta de alianzas poderosas en torno a la lucha por la tierra”, que se traduce en una maraña burocrática constituida en herramienta (lamentablemente) eficaz para bloquear la implementación de una legislación conceptualmente adecuada.

Gilnei Saurin y Dirceu Basso, en su “Análise da Lei 7.239 que trata do Sistema Municipal de Economia Solidária no Município de Cascavel-PR e sua imbricação com o referencial teórico da economia solidária” examinan una legislación de nivel local desde algunos conceptos teóricos fundamentales. Destacan la claridad del texto de la Ley en la definición del campo como “um modelo alternativo ao atual sistema capitalista de produção e distribuição, que busca criar condições iguais para todos os indivíduos por meio da melhoria das condições de trabalho, distribuição de renda e preservação do meio ambiente”, y subrayan como aspecto positivo la territorialización de las acciones y las facilidades para la captación de recursos desde el plano local.

Estos dos últimos artículos coinciden en las limitaciones de los instrumentos legislativos, que deben ser acompañados por políticas públicas, la creación de infraestructuras adecuadas, la divulgación al conjunto de la población y —sobre todo, más allá del Estado— la articulación de actores sociales para la creación de una fuerza política activa con capacidad de impulsar la continuidad de estas iniciativas.

Luciana Fingermann, Belén Sendin, Paula Fontana, Luis Mosse, Fernando Laya y Sergio Dumrauf presentan un “Análisis de la dinámica de consumo en la intermediación solidaria. Relevamiento a ex consumidores de la comercializadora La Justa”. En el texto retoman un aspecto todavía poco estudiado del consumo en el campo de la Economía Popular, Social y Solidaria, indagando específicamente acerca de las motivaciones de las personas que dejaron de consumir productos de un canal de distribución de alimentos de la agricultura familiar, campesina e indígena en la zona de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina, identificando entre otros aspectos la incidencia de la logística y los hábitos de consumo.

En el artículo “Economia solidária e finanças solidárias: o papel do banco comunitário do preventório no enfrentamento da pandemia de Covid-19”, Pedro Paulo Souza da Silva y Janaína Machado Simões analizan la capacidad de respuesta de la Economía Social y Solidaria (ESS) ante esta situación. Pero no presentan una reflexión autocomplaciente con el lugar de contención social que a veces se le asigna a la ESS, sino que remarcan la oportunidad que presentan las crisis (en general, no sólo la del Covid-19) para la movilización de actores estatales y de la sociedad civil que sedimenten en estructuras de captación del ahorro local, limitando el drenaje de recursos que genera la especulación financiera.

Tanto este último artículo como el ya mencionado de Gilnei Saurin y Dirceu Basso comparten algunos de los valiosos avances realizados en Brasil a través de las experiencias realizadas en el plano local-municipal en los últimos años.

Dos artículos refieren a la cuestión de la economía feminista, no como “tema” sino como clave de lectura de la transición hacia Otra Economía:

María de los Angeles Arias Guevara, Cristiane Reis de Souza y Stefania Becattini Vaccaro escriben “Tecendo histórias, traduzindo experiências: estudo de uma organização de economia solidaria no sudoeste de Minas Gerais”, donde presentan la categoría de “sustentabilidade da vida” como “uma das abordagens mais poderosas para problematizar o campo de pesquisa da economia feminista”, y denuncia la “cegueira de gênero que caracterizou as reflexões dos chamados gurus da economia solidária na América Latina”.

Finalmente, Nat Tommasino Comesaña comparte sus “Cartografías de la politicidad feminista en entramados comunitarios-solidarios de Uruguay”, y nos propone reconceptualizar, desde la perspectiva de los comunes el campo de la Otra economía, a partir del concepto de “tramas comunitarias”, entendidas como “relacionalidades rizomáticas” en tensión con el Estado y la acumulación de capital.

En el conjunto de artículos podemos apreciar la diversidad de miradas y de acentos: en los enfoques de género y ambientales, en la relevancia del plano local, en el alcance y limitaciones de las legislaciones, en las oportunidades y los obstáculos (esperados o imprevistos), en el corto y largo plazo, en la escala y la perspectiva, y muchas otras dimensiones que intentamos poner en diálogo como parte de este sendero de construcción de un sujeto colectivo latinoamericano hacia Otra Economía.