Reseña

Reseña

Marcús, J. (Coord.) (2023). Ciudad Confinada. Experiencias urbanas durante la pandemia de covid-19. 1ª Edición. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teseo

Nicolás Medina1

Ciudad Confinada es un libro colectivo del GECU12 que reúne los resultados de las investigaciones de las y los miembros del equipo llevadas a cabo en tiempos de la pandemia de covid-19. Prologado por el antropólogo español Manuel Delgado e introducido por Juliana Marcús, el libro compila seis capítulos temática y metodológicamente originales. Como lo señala su directora en la introducción, esta publicación es el producto de hacer sociología en la emergencia, que los enfrentó no sólo al desafío de pensar un fenómeno inédito, sino también a la tarea de revisar teórica y metodológicamente los supuestos y las herramientas de trabajo a fin de comprender este escenario.

Así, en el primer capítulo, el sociólogo Joaquín Benítez trabaja, entre otros temas interesantes, la relación entre ciudad y brotes epidemiológicos en el sentido histórico que los vincula constitutivamente. No sería sólo por la densidad poblacional, sino también por su antiquísima existencia como organización sociopolítica, lo que llevó a que las ciudades (y sus gobiernos) tuvieran que hacer frente a diferentes enfermedades: cuarentenas y cordones sanitarios (peste negra), casas y colonias afuera de la ciudad (leprosarios), construcción de ciudades enteras al margen (como la segregación de judíos o la prevención de la elite), la bomba de agua y planificación para el saneamiento de la ciudad, pensada como sistema (John Snow y el cólera en Londres), creación de Obras Sanitarias que provean de servicios cloacales y pluviales (Buenos Aires) y las soluciones modernistas que “borraban los límites entre medicina y arquitectura” (p. 45) concentrados en la ventilación, el asoleamiento y viviendas sociales que disminuyeron la prevalencia de contagios de cólera y tuberculosis. Así, no debemos olvidarnos que este vínculo puede llevar a ver novedades en las medidas que, como dice Delgado en el prólogo, serían “más bien la excitación de inercias constitutivas de la ciudad moderna” (p. 9). Con ello, el autor concluye inteligentemente que el confinamiento y el desarrollo de vacunas no fueron respuestas novedosas, aunque su escala planetaria y velocidad en la producción y difusión no hayan tenido precedentes. El trabajo finaliza con un acertado y urgente llamado al urbanismo y a la gestión pública para mitigar futuros brotes epidemiológicos porque la cuestión no es si sucederá o no, sino cuándo y cómo será.

El segundo capítulo de Martina Berardo y Diego Vázquez se enmarca “en la trialéctica de espacio practicado, representaciones del espacio y espacios de representación” (p. 72, citado de Lefebvre; 2013) y tiene como objetivo, primero, estudiar las representaciones y prácticas del espacio urbano de uso público y, segundo, analizar las acciones y concepciones gubernamentales durante las tres fases de la pandemia: ASPO estricto, ASPO administrado y DISPO. Esta periodización da cuenta de una progresiva inversión en los sentidos y representaciones de los espacios urbanos de uso público que traza imaginarios urbanofóbicos en la primera fase (como apocalipsis que instan a vaciar las calles) hasta unos urbanofílicos (en donde los espacios verdes y parques invitan a volver a apropiarse de ellos) a partir del DISPO. Este cambio de imaginarios, entendidos en su condición de actantes, muestra la porosidad de la frontera entre el espacio urbano de uso público y el espacio doméstico: las actividades cotidianas (trabajo, colegio, pero también, cumpleaños y actividad física entre otras), primero, se relocalizaron al interior del hogar, comprendido como el lugar más seguro. En un contexto de incertidumbre, vaciamiento de las calles y de intensa presencia policial, esto no podía ser de otra manera. Posteriormente, con el acostumbramiento a una nueva normalidad, y luego, con la distribución de las vacunas y conocimientos protocolares, la población retorna a los espacios urbanos de uso público, siendo ahora los espacios verdes y al aire libre los mejores lugares para no contagiarse. Por último, las restricciones del DISPO quedarían sin efecto cuando se aceptó de derecho lo que de hecho ya estaba sucediendo en la ciudadanía.

Metodológicamente, este capítulo trabaja con un amplio abanico de recursos: dos encuestas virtuales de 2.878 y 1.850 personas (primero durante el confinamiento estricto y luego con la flexibilización de las restricciones); publicaciones de gobiernos locales de cinco distritos testigo (CABA, Avellaneda, La Matanza, Vicente López y La Plata); y observaciones en parques y plazas del AMBA en distintos días de la semana y momentos del día durante el DISPO. Más allá de los sesgos que pudieran tener las encuestas (mayoría de población femenina, residente en CABA y con perfil educativo alto), hubiera sido interesante, como también reconocen los autores, indagar como varían las respuestas “si se consideran variables como el género y el lugar de la residencia de la persona encuestada” (p. 95, Marcús; 2021).

En el tercer capítulo, Dianela Gahn recoge la experiencia del emblemático Parque Federal de Santa Fe (ex Complejo Ferroviario Estación Santa Fe Cambios) y realiza un estudio de caso intrínseco (Stake; 2003) a partir de una estrategia cualitativa de investigación que consistió en observaciones participantes durante mayo y julio de 2021 en el Parque en diferentes momentos del día, cinco entrevistas en profundidad a vecinos y al presidente de la Asociación Parque Federal (APF) y el análisis con Web Scrapping de 7.422 reseñas y 1.686 comentarios de Google sobre el Parque. Incorporando el concepto de táctica de Certeau, la autora estudia las prácticas y apropiaciones que realizan las personas en el espacio verde de uso público. Esto le permite observar desde una mayor diversidad de actividades deportivas y de esparcimiento que aparecen en el parque, hasta los conflictos en torno al uso del parque (por ejemplo, del uso de la bici-senda o la música fuerte), sin llegar a poner en riesgo la armonía de la convivencia. Frente a la intensificación de estas situaciones, la autora observa que el Parque había estado recibiendo más usuarios y usuarias que antes de la pandemia. Se concluye, tras charlar con vecinos y usuarios, la importancia de contar con espacios verdes de uso público bien equipados para su población, más aún para la que no cuenta en su hogar con espacios que permitan el ocio o actividad.

En el capítulo cuatro, la autora Lucía Gamino y el autor Marcos Jaramillo indagan en las transformaciones de las prácticas y valoraciones de los espacios urbanos de uso público, en particular en plazas y parques de CABA. Para ello, realizaron observaciones participantes durante abril y mayo de 2021 en Plaza Flores, Parque Centenario, Parque Lezama, Plaza Armenia y Plaza Gurruchaga, además de 10 entrevistas semiestructuradas a usuarios con una edad promedio de 27 años. Así, su trabajo de campo se estructura en tres momentos: primero, parten del recuerdo de los entrevistados sobre su experiencia en la plaza o el parque antes de la pandemia; luego, cómo fueron sus prácticas a partir del decreto del ASPO; y, por último, los cambios durante la disposición del DISPO. Lo que los autores hallaron fue que los parques y plazas eran utilizados de forma casi excepcional previo a la pandemia, en tanto que se preferían espacios cerrados; en el segundo momento, con el confinamiento, se vislumbra una redomesticación del espacio de la vivienda, reproduciéndose en su interior las actividades de los espacios urbanos de uso público; y tras un confinamiento sostenido, se sintió la “falta de conexión con la naturaleza” y se vio cómo los espacios domésticos se resignificaban: balcones, terrazas, patios, ventanas, etc., permitían el contacto con el exterior y los otros. A eso se había reducido la sociabilidad cuando no estaba sucediendo de forma virtual. Finalmente, con la flexibilización de las restricciones, se correspondió una redomesticación de los parques y plazas que revalorizó la naturaleza. Las observaciones también indican cómo la sociabilidad en estos espacios encontraba puntos de tensión en los que se disputaba la legitimidad por su apropiación.

El quinto capítulo, escrito por Agustina Márquez y Emilia Tamburri, vuelve el análisis puertas adentro y se pregunta por las formas de habitar el encierro estudiando el uso del tiempo en relación con los cuidados. A partir de la encuesta virtual que realizó el equipo de 2.882 casos, las autoras realizan un Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM), que les permite reconstruir espacios geométricos de personas y prácticas conformando tipologías. De esta manera, desde una perspectiva de los cuidados, se llega a posiciones de “Cuidado de otrxs” y “Autocuidado”, en donde los resultados muestran que la realización de la primera va en detrimento de la segunda. Asimismo, este análisis se vio enriquecido por la apuesta teórica que introducen las autoras que estudia y se pregunta críticamente por las relaciones y percepciones entre espacio público y género. Así, si las mujeres (en particular, las personas adultas de mediana edad con niñxs y/o adolescentes a cargo), son las que en general “Cuidan de otrxs”, esto también se ve que repercute en la “Pérdida de espacios de ocio” y una percepción del espacio público que privilegia el quedarse en casa para no arriesgarse dado el miedo de salir a la calle. En contraste, personas jóvenes de 18 a 29 años que habitan hogares unipersonales u otros tipos de hogar no vieron aumentar su carga de cuidados a otros, pero sí el “Autocuidado”. Además, esta población se encontró con mayor “Oportunidad en el uso del tiempo” y su percepción del espacio público estaba asociada al ocio y la sociabilidad, sin miedo a salir.

El último capítulo concluye y prolonga algunas temáticas abiertas en otros estudios realizados en el libro. En concreto, continúa problematizando la idea de que la vida urbana durante el confinamiento haya mermado en sus actividades y usos. Por el contrario, nuevas actividades y apropiaciones de los espacios urbanos se relocalizaron al interior de la vivienda y de forma virtual. De la misma manera, este trabajo amplía el estudio sobre aquellas personas que el capítulo anterior había conceptualizado con una “Oportunidad en el uso del tiempo”. Así, en continuidad, pero también en discusión, los autores Martín Boy y María Agustina Peralta reconstruyen relatos surgidos de entrevistas en profundidad a seis varones y seis a mujeres del AMBA durante mayo y julio de 2021, provenientes de sectores medios y populares y que viven en hogares unipersonales. Se analizan los casos entrevistados, con el hallazgo de que, allí donde esperaron encontrar soledad y emociones negativas, el comienzo del confinamiento representó un hito que permitió reelaborar no sólo los usos y representaciones de sus viviendas, sino también sus propias personas en función de nuevas actividades y modalidades que supone el cuestionarse a sí mismo.

El libro representa una investigación valiosa por cuanto presenta los resultados de una copiosa y variada gama de técnicas de recolección y análisis de datos producidos en la emergencia del fenómeno. A nivel de la estructura del libro, hubiera sido de interés un capítulo final en el que las y los autores ponderaran colectivamente la investigación teniendo en mente cómo continuó desarrollándose el fenómeno (y sus emergentes sociales: desde la reacción a la extensión de la pandemia y los personajes anti-vacunas, hasta fiestas o reuniones “clandestinas”, por mencionar algunos). También hubiera sido recomendable la incorporación de un primer capítulo conceptual que presentara un marco teórico común en tanto que cada capítulo reitera aproximadamente las mismas líneas analíticas.

Referencias bibliográficas

Lefebvre, H. (2013). La producción del espacio. Capitán Swing.

Marcús, J. (et. al.) (2021). El espacio doméstico en la pandemia. Habitar en los primeros tiempos de aislamiento obligatorio por covid-19 en el Gran Buenos Aires, 2020. En J. Barada, E. Moso y D. Roldán (coords.). Habitar(es) en el siglo 21. Materialidades, velocidades, compartires (pp. 289-312). UNR.

Stake, R. (2003). Case Studies. En N. Denzin e Y. Lincoln (eds.). Strategies of Qualitative inquiry (pp. 134-164). SAGE.


1 Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) nlmedina@estudiantes.unsam.edu.ar.

21 Grupo de Estudios Culturales y Urbanos con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la UBA, dirigido por Juliana Marcús y codirigido por Martín Boy.

Marcús, J. (Coord.). Ciudad Confinada. Experiencias urbanas durante la pandemia de covid-19

Nicolás Medina