CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO: Díaz Muñoz, G. (2024). Reseña de Libro: Solidaridad económica, buenos vivires y descolonialidad del poder. Aproximaciones desde México, de Dania López Córdoba y Boris Marañón Pimentel (comp.). Otra Economía, 17(32), 141-148.
Solidaridad económica, buenos vivires y descolonialidad del poder. Aproximaciones desde México, de Dania López Córdoba y Boris Marañón Pimentel (comp.). México: Editorial Icaria-Antrazyt, 2023
Solidaridad económica, buenos vivires y descolonialidad del poder. Aproximaciones desde México, de Dania López Córdoba y Boris Marañón Pimentel (comp.).
Guillermo Díaz Muñoz
jguillermo@iteso.mx
Académico del ITESO - Universidad Jesuita de Guadalajara, Guadalajara, México. - ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2092-7845
Recibido: 01/11/2024 - Aceptado:21/11/2024
El giro descolonial y sentipensante del buen vivir desde la solidaridad económica
Cuando era pequeño, entre nuestros juguetes más sencillos y baratos, los niños solíamos tener un aparato cilíndrico que nos permitía ver su interior –un caleidoscopio, del que no conocíamos su nombre– que al girarlo daba por resultado una diversidad de colores y formas geométricas sumamente atractivas.1 Las mismas piedras coloridas de su interior se movían al girar dando esos diversos resultados un tanto mágicos, aunque perfectamente explicables.
Pues bien, de forma similar pero no metafórica, el giro epistémico hecho por los coordinadores-compiladores de este libro, Dania López Córdoba y Boris Marañón Pimentel, no es nuevo. Como advierten Marañón, B., López, D. y Caballero, H., en un texto inédito y por publicarse próximamente:
Con el paso del tiempo, empezamos a sentipensar la economía solidaria desde un aspecto crítico innovador, inspirados en la teoría de la Des/Colonialidad del poder, planteando la distancia de la forma economicista y despolitizada y asociada al Desarrollo, en que, mayormente, se abordaba esta problemática. Pusimos el acento en la caracterización de la economía solidaria y su relación con el poder y el Estado, a partir de la categoría de totalidad social, de la integralidad de las relaciones sociales y su estructuración a través de relaciones de poder (…)(Marañón, B; López, D. y Caballero, H.: en prensa)
Fruto de este giro epistémico y ancestral son los numerosos trabajos realizados por los compiladores de este libro y sus colaboradores a lo largo de los años. La lista es grande y no es posible incluirla en esta breve reseña. Con todo, tal vez convenga traer a cuento la publicación Descolonialidad del poder: sentipensares desde México, publicado el año 2019 en su versión impresa y el 2020 en su versión digital, de la editorial UNAM y el Instituto de Investigaciones Económicas, coordinado por Boris Marañón-Pimentel, Hilda Caballero, Sandra González, Fernanda Morales y Guadalupe Moreno. Podemos decir, entonces, que dicho libro es un preámbulo del actual, motivo de esta reseña, ya que:
La descolonialidad se refiere a aquellas co-teorizaciones, luchas y prácticas sociales que apuntan a la construcción de alternativas mediante el desmantelamiento de las relaciones de dominación y explotación propias del patrón de poder moderno/colonial capitalista, dispersando el poder en todos los ámbitos de la existencia social. El conjunto de artículos que componen este texto, busca dar una perspectiva general de la colonialidad del poder y una bocanada de esperanza a las problemáticas actuales (Marañón-Pimentel, B., Caballero, H., González, S. Morales, F. y Moreno. G: 2020).
Pero quiénes son los autores de este giro y compiladores del presente libro. Veamos. El libro nos ofrece, en su prólogo, una recuperación de la historia académica y los aportes de Boris Marañón y Dania López: sus orígenes y estudios, sus trayectorias académicas, sus contribuciones al conocimiento de las economías solidarias, la descolonialidad y los buenos vivires, mediante la producción de libros, coordinaciones, capítulos de libros, artículos, etc. Boris es investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, con 15 años de investigación siguiendo la propuesta de Descolonialidad del Poder de Aníbal Quijano, 5 años en el Grupo de Coinvestigación Solidaridad Económica, Buenos Vivires y Descolonialidad del Poder con estudiantes, seminarios, servicio social, conversatorios, tesis, encuentros y coinvestigaciones en OrgPopMx, participante en dos grupos de trabajo de CLACSO. Boris Marañón, se doctoró en Estudios Latinoamericanos en la UNAM y obtuvo la maestría en Ciencias Sociales en la FLACSO. Dania López, por su parte, es economista con especialización en economía ambiental y ecológica y maestra en Estudios Latinoamericanos, ambas por la UNAM, autora y coautora de múltiples publicaciones como artículos, materiales de divulgación y capítulos. Integrante de la colectiva La infinita, (proyecto autogestionario de lácteos), además participa en la red de alimentación autónoma ITACATE.
Vayamos, entonces, sin más preámbulos ya, al libro de referencia.
2. La religación Solidaridad económica-Buenos vivires-Descolonialidad del poder se convierte en una triada para celebrar.
Dania López y Boris Marañón nos comparten el objetivo de este libro en su Introducción (López y Marañón: 2023: 41): “Esperamos que el libro sea útil para mostrar los sentipensamientos y prácticas basadas en la solidaridad económica, los Buenos vivires y la Descolonialidad del Poder en México y contribuya a establecer diálogos con las reflexiones que están en curso en otros lugares y otras maneras de sentipensar economía, vida y relaciones de poder”.
De manera que, en síntesis, en este libro se integran y entretejen experiencias de solidaridad económica y reflexiones teóricas y estratégicas, todos desde la perspectiva explicativa de la propuesta del sociólogo peruano Aníbal Quijano: la Descolonialidad contra el eurocentrismo impuesto por los procesos de colonización (empezando por América Latina) y la imposición de un pensamiento racional instrumental, racista y patriarcal, así como la imposición del poder como dominación, explotación y conflictividad en torno al trabajo; todo ello frente a la autoridad colectiva, la intersubjetividad, la relación al sexo y la naturaleza. De ahí que, para la construcción de una alternativa descolonizadora, los compiladores y autores nos propongan la solidaridad económica y los buenos vivires.
La estructura del libro está integrada con doce textos que, desde mi punto de vista, no tienen desperdicio académico, y tampoco social, por su pertinencia. Asimismo, el libro está compuesto por un prólogo y un epílogo realmente buenos que enmarcan el grueso de los contenidos del libro.
El prólogo es una especie de híbrido entre un estado del conocimiento de las Economías de la Solidaridad en México, realizado por Jordi Estivill, principal convocante y provocador para la existencia de este libro, y una presentación de los colaboradores. Director de numerosas investigaciones y publicaciones (más de cuarenta libros publicados) y codirector de la Colección Economía Solidaria de la editorial Icaria, Jordi redacta este excelente estado del arte o del conocimiento sobre las economías solidarias en México (texto de casi 30 páginas), en su esfuerzo por realizar una especie de balance del debate latinoamericano en torno a la economía solidaria. Cabe añadir que no conocemos, hasta el momento, una revisión de la literatura mexicana sobre las economías solidarias como la realizada por Jordi y, desde nuestro punto de vista, el prólogo mismo es ya de por sí una excelente y valiosa contribución al libro coordinado por Boris y Dania.
Por su parte, el epílogo constituye también otra gran colaboración para esta publicación. Se trata de una reflexión realizada desde Cataluña, España, por Karolina Núñez y José Romero, sobre el “pluriverso descolonial” en México y su necesidad en España. Por tanto, frente a un “capitalismo racial”, como sostienen los autores, el “giro descolonial” de los ensayos que integran esta publicación es en sí un pluriverso descolonial.
Viene luego una introducción de los coordinadores que nos explica sus antecedentes y trayectoria colectiva como coinvestigadores junto con las premisas teóricas, epistémicas y ético-políticas que sostienen sus obras en general, y este libro en particular.
El cuerpo o tronco central del libro lo componen cinco capítulos de corte epistémico, teórico y estratégico, escritos por los coordinadores, ya sea en común o individualmente, y constituyen el soporte de la triada solidaridad económica, buenos vivires y descolonialidad del poder. Señalan en ellos la crisis progreso-desarrollo junto con la emergencia de los buenos vivires, la solidaridad económica y los trabajos descoloniales desde la visión feminista, indígena y marxista en contraposición a la colonialidad del trabajo, así como la relevancia de la reciprocidad en la economía y la sociedad alternativas.
Cinco capítulos más están referidos a experiencias y prácticas (como estudios de caso) de las economías solidarias: cuatro mexicanas, como el trueque en el medio rural, el Café Victoria, la Unión de Cooperativas Tosepan, el Huerto Roma Verde, y una experiencia colombiana, La lucha indígena en el Cauca colombiano). Así, desde las experiencias, aparecen dinámicas diversas como:
»El “Trueque en contextos rurales mexicanos”, colaboración de Dania López, con sus acercamientos teóricos y análisis prácticos sobre la desmercantilización y la mercantilización como procesos no puros, sino que tienen grados y procesos, aporta elementos no “romantizadores” de este tipo de prácticas de intercambio;
»El “Café Victoria” -experiencia urbana aportada por Boris Marañón-, y su experiencia autogestionaria de la organización Eskina Victoria, recupera las contradicciones que se dan en la lucha de los trabajadores (empresa recuperada), con dos corrientes ideológicas (anarquismo y zapatismo, incluso también marxismo, socialismo, anticapitalismo) y, como características, el trabajo digno, la autogestión, la solidaridad y la autonomía, la sustentabilidad económica, la participación asamblearia y el consenso para las decisiones y su rechazo al Estado. Entre sus limitaciones, sostienen los autores, la experiencia descuida las relaciones de género-sexo-sexualidades, las subjetividades, el medio ambiente y la autoridad colectiva glocal;
»La “Unión de Cooperativas Tosepan”, texto aportado de Sandra González y Ofelio Julián, que está integrada por 9 cooperativas y varias asociaciones civiles y proyectos de pueblos nahuat y totonacos, destaca la reciprocidad como orientación descolonial del trabajo, la asamblea como autoridad colectiva para socializar el poder (la conjunción entre la asamblea general de mesas directivas de las cooperativas, las asambleas regionales y las asambleas locales), la relación de confrontación-conflicto y colaboración con el Estado. Además, la Tosepan reivindica el “Yeknemilis” como subjetivación de la Vida Buena, la racionalidad liberadora y solidaria, la mujer como sujeto activo, la relación con la naturaleza como racionalidad convivencial y solidaria, la agricultura orgánica y la defensa de la tierra-territorio, todos ellos componentes sustanciales de esta experiencia emblemática indígena mexicana;
»El “Huerto Roma Verde”, situado en la colonia Roma de la Ciudad de México - texto elaborado por Rosa Pamela Palomino, Francisco Ayala, Pilar Hernández, Piero Barandiarán y Felipe Mora-, es una experiencia constituida por la asociación civil “La Cuadra Provoca Ciudad” que presenta tensiones y contradicciones como su dependencia al pago del trabajo operativo asalariado en contraposición al trabajo colaborativo y/o el voluntario, lo cual complica la reciprocidad, la sustentabilidad económica y los beneficios socio-eco-ambientales. Con todo, al mismo tiempo avanzan en discusiones sobre la solidaridad económica, la autosuficiencia y las relaciones con otros colectivos.
»Finalmente, la “Descolonialidad del Consumo en el Cauca colombiano”, estudio de Hilda Caballero, nos advierte sobre la subjetividad como construcción de sentido, imaginario y consumo, donde la lucha contra la concentración de la tierra y la desposesión territorial del “Consejo Regional Indígena del Cauca” reconoce la diferencia entre alimento y comida (no mercancía), otorgando su valor simbólico y político --dado que el producir y compartir la comida genera lazos, tejidos y relaciones sociales. Dichos valores son producto de la recuperación de espacios a los que pertenecen, y que les pertenecen, como recuperación armónica de la tierra, la territorialidad y la naturaleza.
»
3. Aníbal Quijano y su acompañado paseo por las páginas de este libro
Conviene decir también que la bibliografía que se aprecia en los textos es profusa, así como actual y relevante, y que se encuentra enmarcada con la solidaria presencia de Aníbal Quijano. Como nos anuncia Jordi Estivill en su preámbulo, resuenan en este libro los diálogos entre los aportes europeos de Mauss y Polanyi, así como de autores latinoamericanos como Coraggio, Razetto, Guerra y Singer, entre otros. Visiones críticas indigenistas, feministas y marxistas se suman a estos diálogos. En suma, desfilan autores, solo por mencionar algunos muy reconocidos, como:
»Desde las Socioeconomías Alternativas Solidarias, como M. Mauss y K. Polanyi, M. Godelier y J.L. Laville, J.L. Coraggio y L. Razeto, P. Singer y P. Guerra, M. Sarria y A. Gracia;
»Los Alternativos al Desarrollo y Posdesarrollistas como A. Escobar, G. Esteva, A. Acosta, P. Unceta, S. Federichi;
»Los Buenos Vivires como F. Huanacuni, S. Rivera Cusicanqui, K. Walsh, E. Gudynas, y el patrimonio biocultural de V. Toledo;
»Los Descoloniales como E. Lander, E. Dussel, Gómez-Castro, W. Mignolo, R. Zibechi, C. Germaná, R. Segato y B. de S. Santos;
»O Complejólogos como E. Morin, I. Prigogine, P. González Casanova, C. Germaná;
Y, por supuesto, los autores y coordinadores Dania López y Boris Marañón. Sin embargo, es Aníbal Quijano el gran personaje, la gran referencia sociológica, quien parece pasearse a sus anchas todo el tiempo por el libro, a todo lo largo y ancho del mismo.
4. Algunas notas teóricas y claves de comprensión del texto
Las aportaciones de Dania López y Boris Marañón parten de una hipótesis: lo económico como parte de la configuración social compleja (la totalidad social), estructurada por relaciones de poder (dominación, explotación, conflicto) y dentro de un patrón de poder moderno-colonial, capitalista patriarcal y eurocéntrico.
Por tanto, apoyados en Aníbal Quijano, sugieren haberse construido una crítica colectiva a sus bases ideológicas, epistémicas y teóricas de sus visiones de vida: los conceptos de progreso-desarrollo, racionalidad instrumental, raza y racismo, antropocentrismo, acumulación del capital, colonialidad del poder, como visión y práctica dominante, para deconstruirla, rechazarla y plantear una visión pluriversa con:
»Racionalidades solidarias y liberadoras,
»para la satisfacción de necesidades materiales y subjetivas,
»mediante la reciprocidad, el trueque y el consumo, la desmercantilización, la territorialidad, la interculturalidad, el autogobierno y el respeto a la Madre Tierra.
En este punto, consideramos oportuna la conveniencia de retomar algunas claves de diálogo con el libro. Proponemos para ello siete claves, aunque de hecho podrían ser muchas más.
Una primera clave de diálogo se refiere a la relación de Dania y Boris con las vertientes de la Complejidad, con base en César Germaná, sociólogo peruano, y la síntesis-conjunción entre Aníbal Quijano y Pablo González Casanova, Edgar Morin, Immanuel Wallerstein e Ilya Prigogine, entre otros. La complejidad de lo social se convierte en una necesidad de comprensión para dejar de lado la simplicidad del pensamiento con sus graves consecuencias cognitivas y sociales. La relación entre totalidad y sistema, donde la totalidad es más que la suma de las partes, y el sistema como multi e interdimensional, se convierten en una fuente de pensamiento y conocimiento, así como la relación entre el todo y la parte en su propio holograma: la parte está en el todo, el todo está en la parte.
En segundo lugar, las economías solidarias y liberadoras -racionalidad no instrumental, reciprocidad, desmercantilización y autogobierno- no pueden ni deben entenderse sólo como alternativas socioeconómicas al capital, sino como economías para la vida o biocéntricas, por un lado, y cosmocéntricas, por otro. Incorporan la interdimensionalidad de la vida, de la realidad social y natural, pero también las dimensiones espiritual y cosmogónica. Ello resulta muy fácilmente reconocible en las economías solidarias comunitarias o propias de los pueblos originarios. Si bien en México y América Latina existen miles de experiencias urbanas, populares y campesinas, es en las comunidades indígenas ancestrales en donde se vuelve más evidente y estrecha esta simbiosis interdimensional. Tanto las prácticas y valores de las economías solidarias se identifican con las prácticas culturales ancestrales, como viceversa: solidaridad, cooperación, relación estrecha con la naturaleza, convivencialidad, apoyo mutuo, comunalidad, espiritualidad, etc. Al mismo tiempo, forman parte de un movimiento social diverso donde confluyen diversas tendencias socialmente transformativas.
Un tercer elemento de diálogo, como afirma Boris, es que tanto Razeto, como Singer y Coraggio, no logran concebir la articulación de la solidaridad económica con lo público social y no sólo referida a lo público estatal, como tampoco logran sacudirse la noción de progreso/desarrollo (avanzar hacia las alternativas al desarrollo o posdesarrollo con Arturo Escobar). En este sentido, lo público debe ser problematizado para darle la amplitud que requieren el concepto y las prácticas sociales.
La descolonialidad, como cuarta clave de discusión, incluye también el centro de la colonización: el colonialismo no solo construye al colonizado, también construye al colonizador, afirmación afortunada de Karolina Núñez y José Romero en su epílogo, parafraseando a Paulo Freire en la relación opresor-oprimido. La autocrítica se convierte, necesariamente, en una condición de posibilidad para la transformación personal y societal.
Por otra parte, desde mi punto de vista, la práctica socio-académica de Dania y Boris, descrita en sus textos, constituye la quinta clave de diálogo y supone una cierta interfuncionalidad socioacadémica, donde la investigación se articula con la formación de estudiantes e investigadores sociales, y conjugada mediante la acción participativa con las experiencias y prácticas solidarias de colectivos, redes y organizaciones. Asimismo, parece estar presente la transdisciplina, esta última llevada a la práctica mediante el diálogo de saberes con los actores sociales solidarios y a través de la investigación-acción participativa (IAP) que involucra a los mismos actores. De ahí que la construcción social de conocimiento se convierta en una dinámica virtuosa de pensamiento/emociones/acción, es decir, de un sentipensar haciendo.
La sexta clave consiste en insistir en la necesidad de retomar no sólo la perspectiva de la Descolonialidad del poder, sino también la Descolonialidad del Saber y la Descolonialidad del Ser, siguiendo los aportes de Edgardo Lander, Enrique Dussel o Walter Mignolo, latinoamericanos todos, por mencionar a algunos pensadores decoloniales. Por tanto, las tres dimensiones se encuentran entramadas.
Una última clave de discusión que proponemos se refiere a los retos que Jordi Estivill plantea en su prólogo. Para Jordi, las experiencias de economía solidaria deben: a. romper la jerarquía investigadores y actores, optando por la observación participante o la IAP y dando voz a los participantes, para adoptar la ecología y el diálogo de saberes, es decir, caminar hacia una democracia de saberes y de justicia epistémica; b. no crecer a cualquier precio, sino en calidad, con experiencias significativas y emblemáticas, replicables –cabría aquí retomar la aspiración utópica y de construcción gradual hacia su “sistemización”, como afirma Edgar Morin, es decir, avanzar en la construcción de un sistema económico solidario; c. la entrada de la economía solidaria en el campo institucional por medio de leyes y programas de dependencias, con todo y sus tensiones, desde proyectos anticapitalistas, emancipatorios, autogestionarios, antipatriarcales y ecológicos –Jordi es consciente del hecho de que van en contra del status quo institucional, pero habría que intentarlo—y cabe aquí la afirmación de Quijano sobre la paradoja de la economía solidaria que consiste en que “No pueden vivir con y sin estado y mercado” (Quijano, 2006, citado por Dania López, p. 135); d. superar la lógica reformista hacia rupturas estructurales y ganando terreno en comunidades, grupos, regiones, poblaciones dentro o fuera del sistema (mediante una creciente implicación de mujeres, el movimiento feminista, las comunidades indígenas y campesinas, los movimientos sociales) para avanzar de lo embrionario a algo más significativo.
¡Vaya! Menudos retos sistémicos para las economías solidarias plantea Jordi Estivill.
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Queremos terminar esta reseña con una invitación: “girar”, caleidoscópicamente, nuestras miradas sobre las socioeconomías de la solidaridad desde otras perspectivas para hacerlo críticamente: desde abajo, desde el sur global, desde los buenos vivires, desde la descolonialidad no eurocentrista del poder/saber/ser, entramando nuestra razón y pensamiento con nuestras emociones y sentires, es decir, sentipensando, porque es imposible hacerlo de otra manera. Dicho en términos del caleidoscopio juguetón referido en nuestra introducción, las solidaridades económicas son miradas en su interior bajo el prisma de la descolonialidad y los buenos vivires en una especie de religación.
»Córdoba, D. L. y Marañón Pimentel, B. (comp.) (2023) Solidaridad económica, buenos vivires y descolonialidad del poder. Aproximaciones desde México. México: Editorial Icaria-Antrazyt.
»Marañón-Pimentel, B., Caballero, H., González, S. Morales, F. y Moreno. G (2020). Descolonialidad del poder: sentipensares desde México. México: Editorial UNAM y el Instituto de Investigaciones Económicas.
»Marañón Pimentel, B. López D. y Caballero, H. La vida por una esperanza: solidaridad, descolonialidad y Buenos Vivires en México (“Confesamos que hemos vivido memorias”). En: Adriana Tiburcio, Rodrigo Rodríguez y Guillermo Díaz (coords.). Experiencias de articulación entre la universidad y las organizaciones socioeconómicas solidarias. Guadalajara, México: COMPLEXUS 13, ITESO (en prensa).
1 Tubo ennegrecido interiormente, que encierra dos o tres espejos inclinados y en un extremo dos láminas de vidrio, entre las cuales hay varios objetos de forma irregular, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir volteando el tubo, a la vez que se mira por el extremo opuesto (Real Academia Española).