El FMI, su visión cambiante de la fuga de capitales, y la experiencia argentina en el Siglo XXI
Palavras-chave:
FMI, fuga de capitales, normativa, historia, ArgentinaResumo
Este artículo indaga acerca de las políticas y normativas del FMI en relación a los movimientos de capitales, a lo largo de su historia, y su aplicación al caso de Argentina.
Desde su creación en 1944, el FMI diferenció la naturaleza de los flujos internacionales de capitales, entre aquellos relacionados con las inversiones directas y los de movimientos especulativos. Pero la frontera entre ambos es borrosa y está poblada de figuras calificables de un lado u otro, de manera que con frecuencia en la etapa del capitalismo industrial el FMI financió salida de capitales, alegando propósitos de estabilización monetaria; y en la etapa de financiarización incluyó el riesgo sistémico de la salida súbita de capitales como razón para proveer desembolsos excepcionales que fueron aplicados a este fin.
Sin embargo, el FMI no tiene competencias para exigir a sus miembros la apertura de los movimientos de capitales, ni la eliminación de los controles cambiarios. No las tuvo originariamente, ni las obtuvo cuando procuró, sin éxito, reformar el Convenio Constitutivo en 1997 para arrogarse tales facultades. No obstante, actúa como si efectivamente gozara de ellas, amparado por los poderes fácticos que lo utilizan como dispositivo para imponer sus intereses a los países que recurren a los servicios del FMI, especialmente en Estados y gobiernos influidos por estos grupos de intereses especiales.